2023-2024: dos años electoralmente trascendentales para la región

Por: Alejandro Vega, consultor en comunicación estratégica

América Latina se encuentra en medio de un super ciclo electoral (2021-2024) que, hasta ahora, ha dejado resultados inéditos en términos políticos y electorales. Por delante nos quedan 2 años especialmente intensos.

El segundo trimestre de 2023 será decisivo para Paraguay, que se encuentra a las puertas de una elección histórica. Por su lado, Chile, en mayo, deberá concurrir nuevamente a las urnas para elegir a los representantes que conformen el consejo constitucional, el órgano que redactará la nueva propuesta de constitución que será sometida a referéndum a finales de 2023.

Así mismo, 2023 será un año intenso para Argentina, debido a las elecciones regionales que se alargarán hasta octubre y, también, por las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se celebrarán en junio, donde se espera que los principales espacios políticos empiecen a medir sus fuerzas de cara a las elecciones presidenciales del 22 de octubre.

En junio, a su vez, los Estados de México y Coahuila celebrarán elecciones ordinarias, mientras MORENA termina de resolver su interna entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Junio, será un mes trascendental para Guatemala, donde es muy probable que tengamos segunda vuelta en agosto, en unas elecciones altamente cuestionadas hasta la fecha.

Octubre, será también un mes importante para Colombia y para el gobierno de Gustavo Petro, ya que el Pacto Histórico buscará consolidar el mayor número de gobiernos regionales y locales.

Del mismo modo, pero ya en 2024, el ritmo no bajará, sino todo lo contrario. El Salvador, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela renovarán – o darán continuidad – a sus mandatarios, respectivamente.

En El Salvador Bukele tiene el camino allanado para la reelección, con críticas externas por sus políticas de seguridad pero con altos niveles de aprobación interna hacía su gestión. En México, veremos si la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene vigencia y validez para el pueblo mexicano y si eso se traduce en la continuidad del proyecto político.

En Panamá, veremos si el Partido Revolucionario Democrático (PRD) revierte la tendencia histórica en la que ningún oficialismo repite gobierno, o bien si Ricardo Martinelli – pese a sus problemas con la justicia – encabeza un bloque de oposición capaz de aglutinar apoyos en base al voto útil. Luis Abinader, en República Dominicana, tendrá el gran reto de convencer al pueblo dominicano de que la continuidad es la mejor opción para entrar a una fase de administración de los cambios realizados. 

En Uruguay, veremos si la Alianza Multicolor termina definiendo al sucesor de Luis Lacalle Pou que tenga la capacidad de capitalizar su buena imagen de gestión o por el contrario, si el bloque de izquierda termina encontrando un espacio electoral que le permita ser competitiva electoralmente. Finalmente, Venezuela, cuyo gran reto será generar un escenario de confianza institucional que demuestre cierta voluntad de retorno a la senda democrática.

La recta final del actual súper ciclo electoral (2021-2024) seguirá dejando, seguramente, cambios en la actual correlación de fuerzas regional y abrirá las puertas al inicio de un nuevo ciclo electoral que iniciará en 2025 y finalizará en 2030. Solo un dato más: desde 2018, con excepción del Partido Colorado que mantuvo el poder, ningún oficialismo ha conseguido reelegirse al frente del gobierno.