Por: Juan Carlos Nina Bautista (Archi)

Las elecciones primarias argentinas, también, llamadas PASO- (Primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias), llevadas a cabo el 13 de agosto de 2023, arrojan que Javier Milei es el ganador con un porcentaje de 30.2% de los votos. Se dice que es un líder que emergió a escenarios políticos presidenciables de forma rápida y que derrotó a la derecha como a la izquierda en Argentina.

Propone disminuir los ministerios, la dolarización para acabar con la inflación, privatizar las empresas estatales, principalmente “YPF”, apertura de la economía, reforma del Estado, baja del gasto público, baja de impuestos, flexibilización del mercado laboral hacia adelante yendo a un sistema de seguro de desempleo, apertura de la economía, y en paralelo la reforma monetaria y financiera que a la posta es la disolución del Banco Central.

Es economista, se declara liberal libertario, anarco capitalista, En 2019, Milei fue denunciado por encubrimiento y asociación ilícita, relacionadas con el lavado de dinero del narco. Macri, para Milei era un socialista que después abraza las ideas de la libertad. Construye un discurso de un “nosotros” a quien llama “pueblo”, frente a “ellos” que son la “casta” (élites políticas de derecha e izquierda).

Milei no es nuevo en la política, asegura que si llegaría al gobierno no haría alianza con países comunistas, pero si con Estados Unidos de Norte América e Israel; como resultado, estamos en presencia de un líder, sin conciencia nacional, que busca ser una potencia, aunque nos convierta en “un pelo más de la cola del león”, es decir, vivir junto a los países más fuertes, pese a estar, en una posición de dominación, servilismo y obediencia. Estas ideas, lo que hacen es alimentar propuestas neocoloniales. A fin de cuentas, es triste saber que tenemos que estar de un lado o del otro, de los liberales ultraderechistas o progresistas socialistas totalitarios; no obstante, en estos tiempos, ya se visibilizan alternativas, para un mundo multipolar o cero polaridades.

Hoy, es urgente la necesidad de nuevos proyectos políticos con carácter cultural y des-coloniales, que den respuestas a las crisis actuales del mundo.  Estos proyectos deben mirar al interior de sus historias y sus ancestros, allí encontrarán respuestas. Pero, los actores que encarnan aquello, todavía, no dan cuenta de ello, Jujuy, quienes conllevan mucha sabiduría para proyectar junto a otros movimientos políticos culturales anticoloniales del Abya Yala, como el “Tercer malón de la Paz” con el símbolo de la Whipala, alternativas de sociedad frente a los hegemónicos mundiales.

Gobernar para los ricos y llamarse libertario, Milei no es libertario, Milei ensucia al liberalismo, promueve una ideología ultraderechista (Moras, 2023). La “casta”, nombre que les da a los que roban y mantienen la pobreza, empero, con él, simplemente será un cambio por otra casta que nos robaría lo poco que le queda al pueblo, por tanto, pueden haber problemas, pero el ultraderechista Milei no es la respuesta, ya que este, es un especialista encontrando debilidades de los sistemas de carácter social y sabe vender muy bien el sistema liberal, el mismo que ya lo vivimos y, el robo, es más sistemático y con cicatrices más profundas, no solo es económico, además, es cultural y racista.

Que diría Maradona, con su espíritu político, que encarnaba esa rivalidad con Inglaterra, cuando devolvía el sueño de volver a las Malvinas, a través del grito del gol, de ese mundial del 86, que quedó en los recuerdos de varias generaciones argentinas y que, ahora, fácilmente pueden votar a un Milei que, incluso, se da el lujo de decir que hará una potencia de argentina abrazando raíces coloniales anglosajonas; Maradona quizás diga, esa mano No es de Dios.

En estos tiempos, luego de haber experimentado políticas de igualdad con el socialismo y la liberalización de los mercados con el capitalismo, necesitamos ponernos de acuerdo cuándo aplicar estas políticas: Las políticas de igualdad nos sirven cuando el libre mercado fortalece, únicamente, los monopolios elitistas, en ese momento aplicamos políticas de orden y regulación de esos monopolios, para una igualdad de oportunidades. Al contrario, cuando estas políticas nos llevan a un control totalitario de la reproducción de la vida, con el crecimiento del Estado, dando pie a los parásitos públicos; tenemos que acudir a la libertad y reducir el crecimiento del Estado. Ya que, en ultima instancia, los Estados se pueden volver en contra de la liberación de los pueblos, como lo hemos visto históricamente.

Ahora bien, a estos dos proyectos históricos, le faltó el proyecto “pluriversal”, o el componente de la pluralidad, que no es otra cosa más que la diversidad cultural de los pueblos del mundo, quienes contribuyen a los Estados con otros mecanismos que no sean solo económicos, sino del tramado de la biodiversidad cultural y social que, muchas veces, contienen los verdaderos sentidos de la reproducción de la vida del mundo y por los que vale la pena hacer política.

La propuesta ultraderechista de Milei nos quiere aliar con Estados Unidos que es el promotor y guardián de la unipolaridad y, peor aún, con Israel, solo hace falta ver cómo le fue y le está yendo a los Palestinos, para saber lo que promoverían en estas tierras: las alianzas económicas, no vienen solas, el paquete es completo, llegan con dominaciones culturales de los sentidos de vida. Estas políticas son viejas formas de explotación. Por eso Milei, la expresión máxima de la modernidad y su economía de la muerte, es un viejo líder, neocolonial y caduco que prefiere llevar al pueblo a ser “el pelo de la cola del león”. Es un fetiche que no despierta leones, necesita corderos, y si de leones se trata, yo me quedo con León Gieco.

En Bolivia, muchos quieren encontrar un Milei, por cierto, ya teníamos unos cuantos, sumamente liberales, como Tuto Quiroga, Carlos de Mesa, algunos otros como Camacho, Añez, etc. En vista de ello, si seguimos con el desgaste al interior del “proceso de cambio” podría generar liderazgos ultraderechistas populistas como los mencionados, hasta, en versión juvenil. Este desgaste, también, tiene que ver con la prolongación de liderazgos que no oxigenan la política con nuevas generaciones. Por eso, es urgente la continuidad del “proceso de cambio” con ingredientes de liberación y recreación. Para terminar, quiero afirmar que aquí no hay lugar para seudo leones ni reyes, no se dan cuenta que en la región del Abya Yala ya no seremos más cola de nadie.

 ¡¡¡Jallalla América Latina!!! ¡¡¡Jallalla Abya Yala!!!