Por: Peter Maldonado Bakovic – Profesor Universitario
para el periódico La Razón
Gana Lucho, te lo explico. Cuando hablamos de política es importante distinguir entre ciencia política y el estudio del ejercicio de la política, mientras que la primera pertenece al ámbito de las ciencias sociales, el segundo viene a ser parte de las ciencias exactas. La ciencia política es ciencia social en tanto se dedica al estudio de los grupos sociales, de las sociedades, del comportamiento político del ser humano, de los sistemas políticos, de la teoría política; por eso, es frecuente que para su estudio y aplicación se apoye en otras ciencias sociales como la sociología, la etnografía o la antropología. En cambio, el ejercicio de la política es una ciencia exacta donde la máxima que prevalece es la siguiente: “gana quien más poder tiene”. Punto.
Es por eso que en la pelea que se ha desatado entre Evo y Lucho Arce por ocupar la candidatura del MAS, Luis Arce saldrá victorioso porque hoy tiene más poder que Evo, tan simple como eso.
Ya sea en las elecciones primarias del MAS, o en cualquier otro escenario, Arce saldrá victorioso. En la sumatoria de acumulación de poder, quien lleva la delantera es Lucho Arce. Veamos. Controla el Gobierno, parte de la Asamblea Legislativa, controla el Poder Judicial, y tiene fuerte incidencia sobre el Órgano Electoral, controla una parcialidad de la dirigencia del MAS, controla una parcialidad (aparentemente mayoritaria) de los movimientos sociales que conforman el Pacto de Unidad y los movimientos sociales de la ciudad de El Alto.
Por su parte, Evo controla su bancada, las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, parcialidades en los movimientos sociales y en la dirigencia del MAS.
La parte sustantiva de esta acumulación de poder se concentra en el Poder Ejecutivo, fuente de recursos, planes e ideas, los movimientos sociales que conforman el Pacto de Unidad, grupos muy bien organizados con capacidad de movilización, en otras palabras “la calle” y el Órgano Judicial, que puede habilitar o inhabilitar candidaturas.
En el caso de alianzas y equipo de trabajo, a Lucho Arce se lo ve más fortalecido. La alianza con la alcaldesa de la ciudad de El Alto, uno de los núcleos políticos más importantes del país, es significativamente valorable. Asimismo, es importante mencionar las alianzas o relaciones cordiales con los alcaldes de Cochabamba y Santa Cruz.
En la otra vereda, a Evo se lo ve dando batalla acompañado de sus más consecuentes parlamentarios y algunos dirigentes de movimientos sociales; por el momento no se han visto alianzas o apoyos a su causa de autoridades o dirigentes regionales.
Hecho este repaso, podemos apreciar que Lucho Arce es quien más poder concentra a la fecha y por eso va a ganar la pulseta que sostiene con Evo.
Evo, conocedor de la máxima explicada líneas más arriba, sabe que va perdiendo y que solo le quedan dos opciones para intentar ganarle la batalla a Lucho Arce. La primera, bloquear a Arce en la Asamblea Legislativa y esperar/coadyuvar una crisis económica que genere un proceso de convulsión social que termine echando a Arce del poder. La segunda, haciendo uso del control que aún detenta en la directiva del MAS, apurarse en ser designado como el candidato oficial del MAS y evitar, a como dé lugar, llegar a elecciones primarias.
Ambos saben la importancia de la candidatura oficial del MAS, ya que el MAS en su condición de aglutinador del movimiento popular, viene con un elevado porcentaje de voto duro que cualquier otro candidato estaría dispuesto a vender su alma al diablo con tal de tenerlo. Es esta la razón por la que Arce descarta (o debería descartar) ser el candidato de otra fuerza política o de alguna alianza o frente electoral.
No obstante, tratándose de un político como Evo, curtido en mil batallas, no se lo puede dar por vencido. Bastará un resquicio o un punto de apoyo para que logre dar la vuelta el sentido de las cosas. Vale la pena revisionar Las horas más oscuras, dirigida por Joe Wright con un Gary Oldman excepcional interpretando a Winston Churchil, que consigue llevar a Inglaterra a la victoria frente a la Alemania nazi cuando tenía absolutamente todo en su contra.